| El perejil, hortaliza originaria de Argelia, de donde pasó a España y luego a América, ya era conocido desde muy antiguo. Para los griegos, era una planta de mal agüero, pues Arquemorus -'el heraldo de la muerte'- decoraba las tumbas con ella.
Mientras tanto, Heracles, (el Hércules romano) escogió esta planta para hacer guirnaldas y coronas para celebrar sus victorias. Todo esto despertó serias suspicacias sobre el valor del perejil, por eso los griegos sólo lo utilizaban para alimentar a sus caballos.
Para los romanos, sin embargo, esta planta no estaba asociada a ningún valor negativo, por el contrario, la utilizaban para hacer guirnaldas, pues creían que al usarlas absorbían los 'humos tóxicos' del vino.
Los romanos también utilizaban el perejil para adornar el salón donde realizaban sus banquetes y bacanales. Y para combatir las intoxicaciones o los fuertes olores, siempre usaban una ramita de perejil.
Ya en la época medieval, el perejil se cultivaba en grandes cantidades, y su raíz era usada como diurético, para infecciones del tracto urinario, hidropesía y gota.
También era empleada para la ictericia y problemas de los ojos, así como en forma de cataplasma para muchos problemas menores, como esguinces, cortaduras, picaduras y quemaduras.
El perejil en nuestros días
El perejil es un diurético natural, evita la formación de piedras en el riñón, la alitosis (mal aliento) y también es recomendable para las personas con problemas cardíacos.
El perejil también nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, debido a su extraordinario aporte de vitamina C y beta-caroteno. Asimismo, protege nuestras células del paso del tiempo y el envejecimiento.
Como alimento, es utilizado en gran cantidad de platos, y nos brinda grandes beneficios, debido a las vitaminas y minerales que posee. En 20 gramos de perjil fresco (2 cucharadas aproximadamente) tenemos 32 mg de vitamina C y 170 mg de vitamina A.
Dos cucharadas de perejil también nos aportan 30 mg de ácido fólico, 160 mg de potasio, 36 mg de calcio y fósforo, hierro, magnesio, azufre y vitaminas del complejo B, en menor cantidad.
El perejil, utilizado como hierba medicinal, previene y combate gran número de enfermedades gracias a sus componente químicos: flavonoides, apiol, fitol, aceites esenciales, cumarinas y ácido petroselínico, entre otros.
Estos compuestos hacen que el perejil tenga propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antienvejecimiento. También ayuda en la disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En el caso de mujeres embarazadas, se desaconseja el consumo excesivo, pues su alto contenido de apiol y miristicina podría ser causa de aborto. Actualmente, el perejil es utilizado como ingrediente activo en la farmacología.
El consumo de perejil nos mantendría alejados de las siguientes enfermedades:
Previene la anemia.
Protege del cáncer al hígado y a los intestinos gracias a tener a la miristicina entre sus componentes (potente insecticida y acaricida).
Mantiene los riñones saludables pues impide la formación de cálculos.
Previene y alivia infecciones de vejiga.
Mantiene la piel sana, debido a sus propiedades antibacteriales y antiinflamatorias. Combate el acné y las manchas.
Es de gran ayuda para la digestión.
Es un gran diurético natural.
Previene tumores cerebrales.
Estimula la digestión y ayuda a disminuir la flatulencia.
Ayuda en la eliminación de toxinas del organismo.
Es de gran ayuda en el tratamiento contra la artritis.
Mantiene el aliento fresco.
Estímula el apetito.
Purifica la sangre. |
ADVERTENCIA:
Frente a cualquier dolencia o problema de salud, consulta de inmediato a tu médico. |
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