| Aromaterapia
Los beneficios de la lavanda se obtienen a través de su olor, por eso se sugiere su uso en la aromaterapia o colocándose el aceite en puntos estratégicos del cuerpo donde la sudoración ayude a la diseminación del aroma.
Infusión
Vierte una cucharadita de flores secas de lavanda dentro de una taza de agua caliente y déjalas reposar durante 10 minutos, para que los aceites de la flor -que es donde se encuentra la esencia de la planta- se evaporen y redunden en mayor beneficio. Puedes beberla sola o con un poco de miel.
Masajes
La infusión de lavanda también se puede utilizar de manera externa, es decir, se puede aplicar sobre la piel a manera de masajes para el tratamiento del acné, psoriasis, quemaduras, picores y heridas.
Para los problemas de la piel antes mencionados, también podemos utilizar dos partes de aceite de lavanda, diluídas en una parte de aceite de oliva. La aplicación es la misma que en el caso de la infusión.
Toxicidad y contraindicaciones de la infusión de lavanda
La infusión de lavanda no debe contener mayor cantidad que la especificada (una cucharadita de flores secas), pues podría resultar tóxica. También está contraindicada para mujeres embarazadas y niños menores de 2 años.
Toxicidad y contraindicaciones del aceite de lavanda
No deben utilizar en ninguna forma el aceite de lavanda las personas alérgicas a los aceites esenciales y aquellas que sufran enfermedades neuronales -como la epilepsia y el parkinson- así como enfermedades hepáticas.
Tampoco se debe suministrar el aceite de lavanda en casos de gastritis, úlcera gastroduodenal, colitis, enfermedad de Crohn y síndrome del colon irritable.
Tampoco se debe utilizar el aceite de lavanda en niños menores de 6 años. |
ADVERTENCIA:
Frente a cualquier dolencia o problema de salud, consulta de inmediato a tu médico. |
|
|