 | Dejar de fumar es uno de los propósitos que muchos de los que aún dependen del tabaco se plantean, la mayoría de veces cada fin de año, unas veces cada semana, y otras, cada día; claro que cumplirlo es complicado porque, junto con el alcohol, se trata de una de las adicciones más extendidas y poderosas.
“El tabaco es un estilo de vida no saludable, es una adicción y también es una enfermedad” (Dr. José Luis Díaz Maroto, coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria).
“El humo del tabaco -con más de 4.000 sustancias tóxicas- se relaciona con más de 27 enfermedades y, por lo tanto, afecta al cuerpo humano en su totalidad”, afirma José Luis Díaz-Maroto.
Solo en Estados Unidos, cada año mueren alrededor de 480.000 personas por fumar y por inhalar el humo del tabaco. De estas muertes prematuras, 36% son por cánceres de pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, hígado, páncreas, estómago, cérvix o cuello uterino, colon y recto, así como también leucemia mieloide aguda.
Ser fumador ocasiona daño a casi todos nuestros órganos y el consecuente desmejoramiento de nuestra salud.
A las muertes por cáncer debido al consumo de tabaco, se suman las muertes por enfermedades cardíacas y apoplejía (39%); y las enfermedades pulmonares (24%).
“Los índices de mortalidad entre los fumadores son casi tres veces más altos que en las personas que no han fumado nunca”.
Cómo afecta el tabaco según sexo
Las mujeres fumadoras corren el riesgo de sufrir todas las enfermedades que produce el consumo de tabaco, pero, además, tienen más dificultad para quedar embarazadas y las fumadoras que logran embarazarse, tienen mayor riesgo de sufrir un aborto o un embarazo ectópico, es decir, un embarazo fuera del útero y también suelen tener partos prematuros. Los hijos de madres fumadoras nacen con un peso excesivamente bajo y también pueden tener labio leporino o paladar hundido o sufrir el síndrome de muerte súbita, además tendrán problemas de crecimiento.
Los hombres fumadores pueden sufrir de disfunción eréctil y de las enfermedades ya mencionadas, a las cuales habría que sumarle el asma, la neumonía, tuberculosis y otras infecciones de las vías respiratorias, así como la debilitación de la función inmunitaria, por eso es tan importante dejar de hacerlo. En ARCANOS.COM sabemos que es complicado, pues la nicotina es sumamente adictiva, casi tanto como la heroína; por eso te dejamos algunos de los consejos y tratamientos que hemos encontrado, pero primero te dejamos los efectos que tu organismo experimentará al dejar de fumar, casi de forma inmediata.
Efectos de dejar de fumar
Según el experto Díaz-Maroto
, tan solo a los 20 minutos de dejar de fumar, la temperatura del cuerpo, el pulso y la presión arterial se normalizan; a las 8 horas, el nivel de monóxido disminuye en sangre; a las 24 horas disminuye el riesgo de un evento cardíaco; a las 48 horas los sentidos de olfato y gusto se regeneran; y a los cinco años el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga, disminuye a la mitad.
Dejar de fumar es posible, sin embargo, es mejor si se hace con ayuda profesional. Según el Dr. Diaz-Maroto, sólo un 5% de los que intenta dejar el hábito sin ayuda, lo logra; en cambio, la cifra se multiplica entre los que lo intentan con apoyo psicológico y farmacológico, hasta un 40% de éxito. Por ello, lo más recomendable es que el proceso de dejar de fumar se realice bajo atención y asesoría médica.
Según Díaz-Maroto en la primera semana recae un 70% de los fumadores que intentan dejar el tabaco sin ayuda, esto se debe al síndrome de abstinencia, que puede traducirse en dolores de cabeza y estómago, irascibilidad, nerviosismo o depresión, falta de energía, sequedad de boca o dolor de garganta y deseo de atiborrase de comida.
¿Cómo lograrlo entonces?
Si quieres dejar de fumar, lo más importante es tener mucha motivación y cambiar de rutina. Por ejemplo, si sueles fumar luego de comer, pues toma un té o levántate de la mesa en cuanto termines los alimentos y haz algo que te agrade como leer, mirar la televisión o mejor aún, ve a caminar; así harás una buena digestión y, al haber dejado de ingerir nicotina, cada vez podrás hacer ejercicio físico con menos esfuerzo.
Combatir la ansiedad: Es importante superar el nerviosismo, realizar una actividad física, practicar
Yoga
, meditación; recibir sesiones de quiromasaje y reflexología.
La acupuntura y la hipnoterapia también son buenas aliadas
.
Tomar vitaminas y minerales: Fumar genera una gran deficiencia de
vitaminas C y E
eso puede causar más problemas de salud, sumados a los ya generados por la adicción. Durante el periodo de desintoxicación, la vitamina C es una gran aliada pues se adhiere a la nicotina que aún tenemos en el cuerpo y ayuda a eliminarla fácilmente.
La vitamina E, potente antioxidante, es muy importante para prevenir ataques al corazón y reducir el daño causado al sistema respiratorio por esta adicción.
También es interesante el consumo de betacaroteno pues ayuda a que el sistema inmunológico se mantenga sano durante la abstinencia de nicotina.
Entre los minerales que debemos consumir está el calcio. Su ayuda es vital ya que el consumo de tabaco reduce la densidad ósea, generando serios problemas en nuestra salud.
Opciones naturales
Para dejar de fumar también contamos con algunos alimentos, raíces y hierbas aliadas, entre ellas
ginseng, jengibre, valeriana y pimienta cayena
, así como el té de loto.
Sugerencia
Si no deseas tomar comprimidos de las vitaminas mencionadas, también puedes prepararte un extracto de zanahorias y jengibre, al cual le agregarás zumo de naranja, una puntita de pimienta cayena y piña o manzana para hacerlo más sabroso. |
ADVERTENCIA:
Frente a cualquier dolencia o problema de salud, consulta de inmediato a tu médico. |
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