| Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017 la obesidad se convirtió en una epidemia a nivel mundial:
“...cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso...”
. Ya en 2016, la OMS informaba que
“...más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos...”
. Esto implicaba, solo en dicho año, que el 39% de la población adulta tenía sobrepeso, y el 13% eran obesas.
El sobrepeso y la obesidad, hasta hace un tiempo, eran problemas relacionados con países de altos ingresos: a más dinero, mayores excesos. Pero en la actualidad, también son prevalentes en países de medianos y bajos ingresos, esto se debe a que los carbohidratos, responsables en gran parte del aumento de peso, son alimentos de fácil alcance por su bajo precio.
Que el sobrepeso también prevalezca ahora entre gente con problemas económicos también tiene que ver con el consumo de bebidas gaseosas que en muchos lugares suple al agua, ya sea por condiciones ambientales, como el grado de contaminación que puede hacerla no apta para el consumo humano, o por escasez de la misma.
De las bebidas gaseosas y de su perjuicio para la salud ya hablamos en un artículo anterior.
Enfermedades causadas por el sobrepeso y la obesidad
Cuidar nuestro peso no sólo es cuestión de estética, al contrario, mantener un peso adecuado está absolutamente relacionado con la prevención de
contraer enfermedades
como:
- Diabetes o azúcar alta en la sangre.
- Presión arterial alta (hipertensión).
- Nivel alto de colesterol y triglicéridos en la sangre (dislipidemia o alto nivel de grasas en la sangre).
- Ataques cardíacos debido a cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
- Problemas óseos y articulares. El mayor peso corporal ejerce presión sobre los huesos y articulaciones. Esto puede llevar a padecer osteoartritis, una enfermedad que causa rigidez y dolor articular.
- Dejar de respirar durante el sueño (apnea del sueño). Esto puede causar fatiga o somnolencia diurna, mala atención y problemas en el trabajo.
- Cálculos biliares y problemas del hígado.
- Algunos tipos de cáncer.
Por todo esto, es necesario que cuidemos nuestro peso y para ello ni dietas, ni batidos milagrosos, ni parches, ni pastillas para adelgazar. Perder peso es un objetivo que es mejor alcanzar de manera gradual. Una alimentación sana y variada, bebiendo mucha agua y con actividad física moderada pero continua, serían más que suficientes para tener un peso correcto.
Mediterránea y Nórdica: las mejores dietas
Según un
nuevo estudio
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas dietas ayudarían a disminuir el riesgo de cáncer, diabetes y de enfermedades coronarias. La
Dieta Mediterránea
destaca por el uso de grasas como el aceite de oliva, pescado y frutos secos; también por los cereales y vegetales como guarnición de la proteína, además del uso de hierbas aromáticas y condimentos.
Por su parte, la
Dieta Nórdica
está basada en el consumo de vegetales, frutos del bosque, legumbres, pescado, sobre todo los grasos como el pescado azul; mariscos, cereales, semillas, granos enteros, nueces y aceite de canola que contiene sólo un 7% de grasas saturadas, responsables de la aparición de enfermedades cardiovasculares. Otra razón para cambiarse a este aceite es que su valor calórico es inferior al resto de aceites.
La Dieta Nórdica, que se consume en países como Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia y Suecia, desaconseja el consumo de carnes rojas y recomienda que la que se ingiera sea de caza. También limita el consumo de lácteos y huevos, señalando que estos últimos sean de gallinas libres en la medida de lo posible; también recomienda eliminar el consumo de azúcar añadido, presente en bebidas azucaradas, bollería, alimentos precocinados, y también señala que se debe evitar la ingesta de alcohol.
Recomendaciones OMS contra el sobrepeso y la obesidad
- Aumentar consumo de frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Reducir ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas.
- Reducir ingesta de azúcares.
- Realizar actividad física, 60 minutos diarios de intensidad moderada o vigorosa para niños y adolescentes y 30 minutos para adultos, vigilando que lo que se haga esté supervisado y sea adecuado a cada edad.
El agua, vital para el control de nuestro peso corporal
Y no debemos olvidarnos del agua, pues cuanta más bebamos, más favorecemos la lipolisis: interacción entre las moléculas de agua y las grasas o triglicéridos, quemando así la grasa almacenada y las grasas de alimentos y bebidas. Una de las terapias con agua para bajar de peso, es la llamada
Terapia Japonesa
, que consiste en beber 4 vasos de agua tibia en cuanto despertamos, si se quiere con limón y esperar 45 minutos para desayunar. No tomar ningún líquido ni comida hasta dos horas después de la ingesta de alimentos. Antes de ir a dormir hacer gárgaras de agua salada durante 2 minutos.
Bacterias equilibradoras
El equilibrio de la multitud de bacterias que habitan nuestro organismo y principalmente nuestro intestino, es vital para mantener a las enfermedades a raya y también al sobrepeso, pues ciertos microorganismos combaten la inflamación, fundamental para el control de nuestro peso. De ellas, de lo que son y de cómo aumentar la producción de bacterias buenas para nuestro bienestar hablaremos en un próximo artículo.
CONCLUSIÓN
Todas estas recomendaciones sólo tienen como fin eliminar el sobrepeso y la obesidad para evitar sufrir enfermedades que limiten nuestras expectativas de una
vida saludable
. Nada de lo dicho aquí pretende fomentar ningún tipo de trastorno alimenticio, por eso sólo recomendamos lo que sabemos que funciona: el cambio de hábitos alimenticios y pasar del sedentarismo a la realización de actividad física diaria. El peso correcto sólo se logra a base de paciencia y constancia. |
ADVERTENCIA:
Frente a cualquier dolencia o problema de salud, consulta de inmediato a tu médico. |
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