| Que vivir rodeados de verde mejora nuestra salud es algo que todos podemos percibir luego de pasar unos días en medio de la naturaleza, pero no se trata sólo de una percepción. Según un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)
estar expuesto durante la infancia a entornos naturales podría beneficiar la salud mental en la edad adulta
. Esta conclusión es producto de un estudio europeo -en el que participaron alrededor de 3,6000 personas- sobre el impacto de los espacios verdes en el bienestar mental.
Según este estudio, que ha sido realizado en cuatro ciudades europeas, “las personas adultas que durante su infancia tuvieron más contacto con espacios naturales podrían tener una mejor salud mental que aquellas que estuvieron menos expuestas a la naturaleza”, y es que la exposición a espacios verdes se ha asociado con un mejor desarrollo cognitivo y mayor bienestar físico y mental.
Y por 'verde' entendemos no sólo montañas, bosques, ríos o playas, en esta categoría también se cuentan las calles arboladas, los parques, así como todos los espacios verdes construidos en las ciudades. Incluso se ha comprobado que los pacientes de hospitales rodeados de verde, se recuperan antes que aquellos que solo están rodeados de cemento y asfalto.
Según
Wilma Zijlema
, investigadora de ISGlobal y coordinadora del estudio, “las conclusiones muestran la relevancia de la exposición a espacios naturales durante la infancia para el desarrollo de un estado psicológico saludable y una actitud que aprecie la naturaleza en la vida adulta”.
Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas. En Europa, esta cifra llega al 73%, por ello es fundamental saber cómo afecta a los niños y niñas crecer lejos de la naturaleza. Asimismo, la OMS recomienda que los municipios dispongan, como mínimo, entre 10 y 15 metros cuadrados de verde por habitante, pero en muchas ciudades del mundo esto no ocurre.
Esta falta de exposición al verde se debe también a que la forma de divertirse durante la infancia ha cambiado, antes las criaturas salían a jugar, a montar en bicicleta; ahora están rodeados de dispositivos para conectarse a internet, que los mantienen encerrados en sus habitaciones.
Por otro lado, en la mayoría de países las actividades al aire libre y en medio de la naturaleza no son parte regular del currículo escolar, pero ahora que tenemos este estudio sobre cómo la exposición a entornos naturales desde la infancia es símbolo de salud mental y física durante la vida adulta, es necesario repensar las actividades escolares y las familiares.
En un estudio anterior de ISGlobal, se comprobó que en las escuelas de Barcelona donde había mayor cantidad de árboles, los alumnos rendían mejor y mostraban mayor atención y más capacidad para la resolución de problemas.
Por su parte, la revista
Environment Health Perspectives
publicó en febrero de 2018, que “la exposición a espacios verdes durante la infancia se asocia con cambios estructurales beneficiosos en la anatomía y la función cognitiva del cerebro”.
Esta afirmación fue publicada en el estudio realizado por el ISGlobal, el Hospital del Mar y la UCLA Fielding School de Salud Pública (EEUU). Esta investigación descubrió que los niños y niñas que crecen rodeados de espacios verdes presentan 'mayores volúmenes de materia blanca y gris (...) una mejor memoria de trabajo y una menor falta de atención”. |
ADVERTENCIA:
Frente a cualquier dolencia o problema de salud, consulta de inmediato a tu médico. |
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